LA CULTURA DE LA POBREZA
Capitulo 4.
Autor: Oscar Lewis.
Hay segmentos muy pobres de la población que no poseen el estilo de vida que se podría describir como una subcultura de la pobreza.
Aquí me gustaría dar tres ejemplos:
Muchos de los pueblos primitivos o anteriores al alfabeto que han estudiado los antropólogos, padecen una pobreza horrible, producto de una pobre tecnología y los pobres recursos naturales, o ambas cosas, pero no poseen los signos de una subcultura de la pobreza. en verdad, no constituyen una subcultura porque sus sociedades no estan altamente estratificadas.A pesar de su pobreza poseen una cultura relativamente integrada, satisfecha y autosuficiente. Incluso las mas simples tribus cazadoras y recolectoras de frutos, tienen un grado considerable de organización, bandas y jefes de bandas, consejos tribales y autogobierno local, signos que no se encuentran en la cultura de la pobreza.
En India, los miembros de las castas bajas (los Chamanes, los curtidores de piel y los Bhangis) pueden ser desesperadamente tristes tanto en los villorios como en las ciudades, pero en su mayoría estan integrados en la gran sociedad y pertenecen a sus propias organizaciones <panchayat> que trascienden las lineas loccales y les otorgan un grado considerable de poder. (3). Aunado al sistema de castas que le otorga al individuo un sentido de identidad y permanencia (a sense of belonging), existe otro factor, el sistema de clanes. Siempre que se producen sistemas unilaterales de parentesco o clanes, uno no puede esperar encontrarse con la cultura de la pobreza porque un sistema de clanes le proporciona a la gente un sentido de pertenencia a un cuerpo social que tiene una historia y una vida propia y que por tanto nos provee con un sentido de continuidad, un sentido de un pasado y un futuro.
Los judíos de Europa Oriente eran muy pobres pero no mostraban muchos de los rasgos de la cultura de la pobreza gracias a su tradición literaria, el gran valor que le concedían a la enseñanza, la organización de la comunidad en torno al rabino, la proliferación de asociaciones voluntarias locales y su religión que les refería a su condición de pueblo elegido.
Mi cuarto ejemplo es especulativo y se refiere al socialismo. Sobre la base de mi limitada experiencia en un país socialista -Cuba- y de mis lecturas, me siento inclinado a creer que la cultura de la pobreza no existe en los países socialistas. Fuí por primera vez a Cuba en 1 947 como profesor visitante por cuenta del Departamento de Estado. En esa época inicié un estudio sobre una plantación azucarera en el Sur y un barrio pobre de La Habana. Despues de la revolución castrista hice mi segundo viaje a Cuba como corresponsal de una gran revista y volví a visitar el mismo barrio y algunas de las mismas familias. El aspecto físico del barrio había cambiado muy poco, excepto por un nuevo y hermoso kindergarten. Era evidente que la gente continuaba sumida en la pobreza, pero encontré ya muy disminuído el sentimiento de apatía, desesperación y desesperanza que son el diagnostico de los barrios urbanos en la cultura de la pobreza. Manifestaban una gran confianza en sus líderes y aguardaban una mejor vida futura. El barrio mismo estaba ahora muy organizado, con comités de cuadra, comités educacionales y comités de partido. El pueblo tenía ahora un nuevo sentido de su poder e importancia. Estaban armados y se les había entregado una doctrina que glorificaba las clases humildes como la esperanza de la humanidad. (Un oficial cubano me informó que practicamente habían eliminado la delincuencia al darle armas a los delincuentes). Creo que, a diferencia de los sustentado por Marx y Engels, el régimen de Castro no califica así al llamado lumpenproletariat como una fuerza intrínsicamente reaccionaria y antirrevolucionaria, sino que mas bien advirtió y ha querido utilizar su potencialidadd revolucionaria. En este sentido Franz Fanon hace un juicio similar del lumpenproletariado de acuerdo a su esperiencia argelina, por su independencia. En su libro Los condenados de la tierra, Fanon afirma:
< Es dentro de esa masa humana, ese pueblo de los barrios bajos, en el corazón del lumpenproletariat, donde la rebeldía hallará su vanguardia. Porque el lumpenproletariat, esa horda de hombres hambrientos, desenraizada de su tribu y de su clan, constituye para un pueblo colonizado una de sus fuerzas revolucionarias mas espontáneas y mas radicales>
Mis propios estudios de los pobres urbanos en los barrios de San Juan de Puerto Rico no apoyan las generalizaciones de Fanon. He encontrado muy poco espíritu revolucionario o ideología radical entre los puertorriqueños de bajo nivel de ingresos. Por lo contrario, la mayoría de las que estudié eran bastante conservadoras en lo político y por lo menos la mitad apoyaba al partido Republicano por la integración como Estado de la Unión Americana. Creo que la potencialidad revolucionaria de la gente con una cultura de la pobreza variaría en forma considerable de acuerdo con el contexto nacional y las circunstancias históricas particulares. En un país como Argelia que luchaba por su independencia, el lumpenproletariado se incorporó a la lucha y se convirtió en una fuerza vital. Sin embargo, en países como Puerto Rico, donde el movimiento en favor de la independencia tiene muy poco apoyo, y en países como México, que hace mucho alcanzaron su independencia y viven ahora un período postrevolucionario, el lumpenproletariat no es una fuerza conductora de rebelión o de espíritu. En efecto, en las sociedades primitivas, y en las sociedades de casta, la cultura de la pobreza no se desarrolla. En las sociedades fascistas y socialistas, y en sociedades capitalistas altamente desarrolladas con una situación próspera, la cultura de la pobreza tiende a extinguirse. Sospecho que la cultura de la pobreza florece en, y es consustancial a, el estadío primitivo de la libre empresa en el capitalismo y asimismo, también es fenómeno endémico del colonialismo.
to be continued...
(3) Puede ser que en los barrios bajos de Calcuta y Bombay se desarrolle una incipiente cultura de la pobreza. Sería un excelente campo de trabajo antropológico.
Nota del autor del blog: artículo tomado de la revista cubana Pensamiento Crítico. La Habana, Cuba, Autor el antropólogo americano Oscar Lewis.
Escrito por Carlos E. Mijares en San Bernardino, Caracas, el 23 de septiembre de 2014. A los 15 años de la invasión de Venezuela por Cuba.