jueves, 7 de abril de 2016

EL COMUNISMO MUEVE SUS PIEZAS








El Comunismo mueve sus piezas
Cuando escibí La Derecha mueve sus piezas, un supuesto agente vino a conocerme, simulando una afección en la garganta. Se mostraba preocupado por saber que las Ideas de la Derecha murieron en Francia. Lo explicó Simone de Beauvior y lo confirmó Rossana Rossanda en Italia. La Derecha - dice Beauvoir, vive de su sombra y piensa en la muerte. Rossanda echa abajo a Occidente y se declara enemiga de los Soviets. Sigmund Freud, en 1.933 escribió: ¡Que será de los soviets después que acaben con la burguesía?
Bien, el comunismo mueve sus piezas desde antes de la publicación del Manifesto comunista. Traducido al inglés una decada despues del original; el cual no tuvo una versión orginal, en Castellano; aunque si en Flamenco. Es extraño que un documento tan necesario para las masas, no haya tenido una versión original en español. Y, la traducción al inglés fue tardía, si hablamos del idioma del Dessarrollo científico-técnico.
La visita del escritor ingles H.C. Wells a Rusia y a Lenin, dejó sentado que si Rusia recibía ayuda exterior, las condiciones de las masas populares mejorarían y el hambre, la pobreza y el subdesarrollo cambiarían. Desde allí, el comunismo comienza a mover sus piezas. eleva a las alturas a Stalin y su camarilla; y comienza la destrucción del Partido comunista de masas, creado por los fundadores del Leninismo. Así como los Zares tuvieron su Rasputín, así mismo los rojos tuvieron sus verdugos plasmados en los horrendos crímenes, torturas y desaparecidos de las filas del Partido comunista soviético, a la vista del mundo y muy bien planeado y ejecutado por José Stalin.
Los comunistas, como los emigrantes de hoy, huyeron como ratas hasta llegar a los confines del mundo. Allende en Chile es responsable de la injerencia directa de Cuba. Fidel Castro mueve sus piezas ayudado por Rusia y Europa-este. El Che Guevara termina en un teatro cantando NO LLORES POR MÍ ARGENTINA, de Loyd Weber, el genio ingles presentado en Broadway, Manhattan, New York, al mismo tiempo que se aplicaba el VIERNES NEGRO EN VENEZUELA, POR LOS COPEYANOS, en 1,983. Y, la Socialdemocracia se lanzaba en los brazos del Cubachavismo martiano, comunistoide, colombianoide, desde Mejico hasta Argentina.
Cuando EE.UU decide recuperar su fruta madura, su Isla cubana, lo resuelve con una simple llamada telefónica al chino Raúl. Quien le levanta el brazo izquierdo al presidente Barack Obama, suspende la reunión oficial del pleno de periodistas e invitados y se desentiende de los Derechos Humanos. Desde Camilo Cienfuegos a Paya, los crímenes, torturas y desaparecidos de Cuba, superan al camarada Stalin. Bahía de Cochinos no es Stalingrado, mi cubachavista, bachaquero.
La Carta de Jamaica de Simón Bolívar sigue vigente porque fue traicionada por la Revolucion cubana y Hugo Chavez, quien representa LA DERECHA ROJA de una Venezuela rebelde, sin líderes, sin democracia, sin religión autóctona, sin amigos, muy rica en un millón de kilómetros cuadrados: agua dulce, petróleo, gas, fauna y flora, gentes, donde cada Estado o Provincia puede vivir de sí mismo, con suficiencia. Bolívar vive en el alma de los latinoamericanos, con la espada desenvainada para liberar VENEZUELA y latinamérica del CUBACHAVISMO BACHAQUERO. Venezuela y Ukrania, escrito en febrero de 2o15, desenmascara la trama de Cuba y Gorbachev, cuando se repartieron a Venezuela, Crimea y Ucrania a cambio de liberar a Alemania y Rusia. Lea Venezuela y Ukrania en: www.alergiascaracasreader.blogspot.com.
El desvarío del comunismo al mover sus piezas en Venezuela, ha alebrestado al extranjero, quien sin comprender lo que sucede busca la vida, bachaquea los productos de primera necesidad y siente que el mundo se le viene encima. Los barrios populares que antes estaban de fiesta, pasaron a un mutismo calculado, esperando que Don Rafael hable, que la gallina ponga y el cuento del Gallo pelón.
El comunismo mueve sus piezas como la Derecha; buscando la muerte, buscando el futuro, buscando lo que no se le ha perdido, en Venezuela. La muerte no existe, el futuro, tampoco, es como dijo Marco Aurelio: el presente, en todas sus formas, antes y después. Las especies viven y mutan, y, evolucionan, basadas en su naturaleza. Es un mundo, ni feliz ni infeliz, como escribió el intelectual británico Aldous Huxley, es el mundo...tal cual como somos los seres humanos; una especie...
El comunismo mueve sus piezas en Asia donde ha generado un emporio de multimillonarios imitadores de otros multimillonarios; y así por el estilo. El comunismo ha gastado sus energías prestadas por la Derecha, la cual lo espera en la misma tumba. Ambos piensan en la muerte como su destino trágico. Amen.

Caracas o6 de abril de 2016
                                         EL PENSAMIENTO POLÍTICO DE LA DERECHA SIMONE DE BEAUVOIR PROLOGO La verdad es una; el error, múltiple. No es casual que la derecha profese el pluralismo. Las doctrinas que la expresan son harto abundantes para que, aquí, se pretenda examinarlas todas con seriedad. Pero los pensadores burgueses, que prohíben a sus adversarios utilizar los métodos de Marx si no aceptan en bloque todo el sistema de éste, no vacilan en mezclar con escepticismo ideas tomadas de Spengler, de Burnham, de Jaspers, de muchos otros. Esta amalgama constituye el fondo común de las ideologías modernas de la derecha, y es el objeto de este estudio SITUACIÓN ACTUAL DEL PENSAMIENTO BURGUÉS Bien sabido es: los burgueses de hoy tienen miedo. En todos los libros, en todos los artículos, los discursos que expresan su pensamiento, es este pánico lo que ante todo salta a los ojos. Según una fórmula cara a Malraux, "Europa ha dejado de pensarse en términos de libertad para pensarse en términos de destino". Pero el destino de Occidente, como el de todas las civilizaciones, según Spengler -de quien proviene esta terminología-, es su muerte. Muerte de Europa. Declinación de Occidente. Fin de un mundo, fin del mundo. La burguesía vive a la espera del cataclismo inminente que la abolirá. "Entre las ruinas del presente se lloran ya las ruinas futuras", escribía Alfred Fabre Luce hacia 1945. "Profusión de desastres inducen hoy al hombre a preocuparse por su obra, a dudar del valor de la civilización misma. No sólo se interroga; en el acto se desespera, se mofa de sí mismo" (Roger Caillois, en Liberté de l'Esprit, 1949). "La sociedad necesita superhombres, porque ya no es capaz de dirigirse, y la civilización de Occidente está socavada en sus cimientos" (Alexis Carrel, Réflexions sur la Conduite de la Vie, 1950) . "Nos encontramos hoy entre un fin y un comienzo. También nosotros tenemos nuestros terrores. El proceso en que estamos comprometidos será largo y terrible" (Jacques Soustelle, en Liberté de l'Esprit, 1951) "Todos conocemos la amenaza que pesa sobre la civilización occidental en lo que tiene de más precioso: la libertad del espíritu". (Rémy Roure, en Preuves, 1951.) Y así sucesivamente. El fenómeno no es nuevo por completo. En todos los tiempos los conservadores previeron con espanto, en el futuro, la vuelta de las barbaries pretéritas. "Situarse a la derecha es temer por lo que existe", escribía con propiedad Jules Romains cuando aún no compartía ese temor.

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